Mis andanzas alrededor de la brecha generacional

Ayer comentaba con algunos de mis alumnos que vamos a ver la película de "Rebelde sin causa" para analizar la crisis de identidad en un adolescente en los años cincuenta. Un aventurado se atrevió a preguntar:
-"¿Cuál es esa miss? ¿La de John Travolta?"
- "No, la de James Dean"
-"¿Quién es James Dean?"
Me he quedado con cara de what. Por ahí alguna incauta preguntó: " ¿Es el que se mató en un accidente miss?" ¡Válgame el cielo! Me sentí vieja y anacrónica.
Mi mente no puede procesar que alguien confunda estas dos películas

O estas otras. (Más bien la que la que las confundió fui yo, cuando otro grupo de alumnas me dijo que ésta es su película favorita)

La confundí con An Affair to remember...

Me desmayé cuando todas, al unísono, preguntaron:

-"¿Quién es Cary Grant, miss? "

Yaaa....

Ya regresan los niños. Y el lunes regresamos todos a la normalidad. Mañana hay muchas cosas que hacer. Cortarse el pelo, comprar unos pants para la clase de educación física... Y abrazarlos mucho, muchísimo

Como perro sin dueño

Los niños se fueron esta semana. El silencio en la casa parece invadirlo todo. Cierro las puertas de sus cuartos para no ver el orden de sus camas y juguetes, que reclaman su ausencia igual que yo. Resulta extraño levantarse con el sonido de los pájaros y no tener demandas inmediatas que resolver. Me lleno de contradicciones. Extraño su juego y sus risas, aunque muchas veces los he mandado callar a las 7 de la mañana que no me dejan dormir. Hasta la Hershey parece rara, no se queda en sus lugares habituales, probablemente afectada por la falta de ruido.

Será una semana para leer sin prisa, para ver viejos amigos y no preocuparme por si los niños ya comieron. Pero ¿Qué digo? Siempre me preocupo. No creo que se vayan a lavar mucho los dientes en estos días. Les vendrán bien unas vacaciones del yugo materno y de comer porquerías todo el tiempo. A las mamas nos toca a veces ser las malas del cuento. Ni modo.

La semana terminará pronto y regresaremos al estira y afloje cotidiano: Escuela, trabajo y correr todo el día. Así serán nuestros días. Mientras, dormiré todo lo que pueda y comeré sólo cuando tenga hambre.

Mi yerno...

De entrada me gusta este yerno. Paulina lo ve y babea. A mí, la verdad, me gusta más mi consuegra simbólica e imaginaria: la mujer más rica de Inglaterra. Emparentaría muy bien mi chamaca, sinceramente. Y tendrían unos hijitos encantadores, con ojitos lindos color azul verdoso, aunque el muchacho es un poco chaparrillo según me doy cuenta. Psss. Total. Soñar no cuesta nada