lunes, 31 de marzo de 2008

Sobre Ofelia y Victoria

No lo podía creer. Buscando información sobre una pintura, encontré este sitio:

http://www.victorianweb.org/index.html

Mis ojos sangraron y casi me da un aneurisma cerebral...

Dense una vuelta. Vale la pena.

Hay mucho talento resumido en ese sitio.

Aquí, el cuadro que buscaba.

Ofelia de J.E. Millais. 1852.



La expresión (o la ausencia de expresión, más bien) de ella me inquieta, me fascina. El personaje de Ofelia (ilustrado aquí) se ha utilizado para representar a la adolescente depresiva o en la búsqueda de su identidad. Un personaje complejo. Millais le hizo justicia.

domingo, 30 de marzo de 2008

Oh Patrick...

Patrick Swayze ha protagonizado dos de las escenas más sexys de la historia del cine (en mi humilde humilde opinión).

Pobrecito, tiene cáncer. Pero aquí les dejo las dos escenas con una modesta explicación de la que aquí escribe para contextualizarlos. Aunque en realidad no hace falta. Las escenas hablan por sí mismas.

Uf. Ya me dio calor.

El orden en que las pongo es en el que yo las ví en el cine. Ahí les va...



Esta chamaca muy pillina se llama Baby. Lleva toda la película enamorada de Johny, que es un chico "malo" dedicado a dar clases de baile en un club familiar, donde Baby pasa las vacaciones con sus papas y la tetísima de su hermana. Por azares del destino, Baby debe de aprender una coreografía que Johny le tiene que enseñar. Ambos sacan chispas durante todos los ensayos, hasta que llega el momento de esta escena, donde Baby se rebela en contra de su padre y va a ver a Johny a su cuarto, donde vuelven a sacar chispas, esta vez literal. Una escena para mí de 10, donde esta núbil y virginal chiquilla no se aguanta las ganas que le da este galán, al que convierte en su amante "prohibido". Después ella se vuelve muy golosa, jeje.








¿Y qué decir de esta escena mucho más familiar? La protagonista es una artista de la cerámica lleva una vida de ensueño. Vive en super departamento de Manhattan con su novio que es un bombón. Horas antes de que él muera, comparten este candente momento. Después a él lo matan y ella pasa el resto de la película recordando cuando el novio le descompuso su jarrita. Creo que yo también me pondría así. Sniff.

lunes, 24 de marzo de 2008

La perspectiva que da el tiempo.

En la secundaria, tuve una etapa rockera. No fue muy prolongada, pero si muy intensa. Influenciada por una amiga (a esa edad cualquiera) me dediqué a escuchar discos de rock pesado, que francamente no entendía muy bien y me chocaban un poco. Pero me hice una especie de grupi de Rainbow. Específicamente de su vocalista, Joe Lynn Turner. En todos mis cuadernos tenía escrito mi nombre como señora de Turner. Tenía en esa época una especie de fetiche por los hombres greñudos, cochinotes y pandrosos. Y así era este cantante que me parecía en aquel entonces la evidencia terrena de la existencia de dios. La representación de mis núbiles fantasías sexuales.

Después mis gustos se transformaron y me incliné 100% por el tipo prepi, limpio y arreglado. Veía hacia atrás esta época "rockera" con un poco de vergüenza y turbación. Hasta ahora que he decidido abrirlo al mundo. Y no porque ande queriendo armar rompecabezas mentales. Sino porque encontré una foto de aquel hombre tan fantástico y sexy (o al menos así me parecía a mí) convertido en ésto:





¡My god! ¿En qué estaba pensando? Parece salido de una revista de cirugías plásticas con malos resultados.


Me acuso: Hace 25 años el tipo no parecía espantapájaros mal pintado. Era feo, greñudo y cochino pero naturalito...por eso me gustaba. Si no me creen, ahí les va un video de la época gloriosa de este... ¿muñeco?

lunes, 17 de marzo de 2008

Visitas Pendientes


Tenía un asunto pendiente. No me gusta tenerlos. Los siento como ojos que miran detrás de mi cabeza.

Y así sentía ésto, como un gran peso. Debía una visita. Siempre había un pretexto para no ir. Los niños, el trabajo, las ocupaciones. Hasta la falta de estacionamiento en reforma.

Lo cierto es que lo había pospuesto porque me duele todavía. Me duele pensar en la vida de mi amiga que terminó mucho antes de lo que debía. Me duele imaginarme como estaría ahora a sus casi cuarenta años. Me duele que mis hijos no la conocieran. Me duele todo lo que le faltó por hacer y todo lo que me faltó decirle.

Casi 10 años han pasado y por fin regresé. Había seguido el camino de esta colección que lleva su nombre y que tiene la edad de mi hija, pero no la había visitado. Lo hice el domingo.

Me di cuenta que el tiempo cambia lo circunstancial y lo superfluo. No lo esencial. Los cuadros de Remedios (así me refiero a ella, con su primer nombre, como lo hacía Isabel) siguen moviendo en mí algo que no puedo traducir en palabras. Así me sucedió desde la primera vez que vi "El alquimista" colgado sobre la misma pared en que descansaba el piano que mi amiga tocaba con sus lindas manos, de las cuales estaba un poco envanecida.

La generosidad de sus padre al explicarle a un montón de adolescentes hormonales la obra de Remedios, es algo de lo esencial que me conmueve a pesar de todos los años que han pasado. La misma generosidad que demostró al donar parte de la obra de Remedios al Museo de Arte Moderno para que el mundo se fascine con sus pinturas igual que me pasó a mí hace más de 20 años.

Y como lo esencial no cambia, a veces el afecto permanece intacto. El mismo que compartí con una Isabel adolescente y llena de sueños, ansiosa por comenzar su vida. El intercambio intelectual de dos colegas. Pero sobre todo, el cariño de una amiga incondicional.

Diez años después regresé. Y su nombre escrito llenó mis ojos de lágrimas. Como el primer día de su ausencia.






Testimonio de la visita que débía





El nombre de Isabel en el párrafo de enmedio



domingo, 9 de marzo de 2008

El tipo de líder que soy...

Upps.

Este resultado me confunde.

Me gustó más el de la película...

¿Será que soy así y mi narcisismo es tan grande que no me doy cuenta?

miércoles, 5 de marzo de 2008

Últimas 10

Última lista de 10 cosas.

Cosas que me gustan. Cosas que me marcaron.

En ningún orden específico...


Las películas de Woody Allen. Unas más otras menos.



El primer libro que leí



La pintura que mejor retrata el anhelo amoroso


La despedida de Remedios Varo




El libro que me enseñó acerca de la pasión



Tata Freud




Los besos en cualquier parte






Mi postre favorito.
Soy simple





La película que más me habla





La risa de mis hijos.
Aquí con las sonrisas llenas de ventanas.


La unión, el afecto y la solidaridad de mis amigas

martes, 4 de marzo de 2008

10 cosas con las que fantaseo a diario


Siguiendo con las listas, aquí va mi segunda.

Son las cosas que fantaseo casi a diario, cuyas probabilidades de ocurrencia son muy bajas.

Aquí va:

1.- Sacarme el Melate (Lotería, lotto, etc.)O sea, convertirme en millonaria al instante.

2.- Conversar (y besar ¿porqué no?) con el Sex God # 1 George Clooney.

3.- Tener una Toyota Rav 4 color azul.

4.- Gerardo en la mesa diciendo "Qué rico mamá, me comeré TODO lo que me sirvas"

5.- Paulina diciendo: "No te preocupes mamá, mis problemas en la escuela son parte de la historia".

6.- Tener un vientre completamente plano. Nada que ver con el pedazo de pellejo que me quedó producto de mis embarazos.

7.- Usar un bikini color coral en la playa. (Por supesto sin panza y con mi propia casa en la playa, jeje).

8.- Ir a psicoanálisis con Irvin D. Yalom. Volar dos veces por semana a San Francisco y hacerlo pronto, antes de que el pobre señor se muera de viejito.

9.- Una hermosa huerta de árboles frutales en mi casa.

10.- Dedicarme a estudiar.


Total. Soñar no cuesta nada

lunes, 3 de marzo de 2008

10 cosas, 40 años

Siguiendo a mi amigo Miguel, planteo aquí la lista de cosas que me gustaría hacer antes de cumplir 40 años. Falta muy poco, así que me apuro a escribirla:

1.- Vivir de mis proyectos personales.
2.- Escribir 5 cuentos que me dejen satisfecha.
3.- Conocer Nueva York.
4.- Conocer Londres.
5.- Titularme de la maestría.
6.- Organizar una fiesta ochentera muy padriuris para mis cuarenta primaveras, con mariachi y todo.
7.- Tener el pelo a la mitad de la cintura.
8.- Dejar de preocuparme por las etiquetas sociales y vivir la vida como quiero.
9.- Ser la mejor madre, profesionista, escritora y mujer que pueda ser.
10.- Tirarme de un paracaídas.

Algunas están más cerca que otras. Lo que creo lograr a muy corto plazo es el tamaño del pelo. Pero creo que plantear estas diez cosas ha sido un buen ejercicio para mi.

Me ha enseñado que necesito mucha claridad en mis objetivos.

¿Cuáles son sus 10?