jueves, 8 de febrero de 2007

¿Qué pasa en la noche?


Hace unos años la noche era fácil. La usaba para dormir. Ahora la uso para soñar...y mis ojeras me delatan.

No sé exactamente cuando el insomnio se adueñó de mí. Antes dormía toda la noche y no oía el despertador...ahora cualquier cosa me despierta. Desde Gerardo que se mete a mí cama en las noches, como gusanito escurridizo haciéndose un espacio a fuerza de arrastrarse, hasta la tos más leve de Paulina, pasando por la Hershey que se mueve en el sillón que ya adoptó como cama.

Dejé de dormir cuando nacieron mis hijos. Cualquier mamá sabe de las levantadas, los pañales, las mamilas, las gripas, los vómitos, las pipis (a veces las popos), las pesadillas, los miedos, los fríos y una lista interminable de etcéteras que ahora no recuerdo, probablemente porque la falta de sueño me está afectando un poco la memoria.

Y cómo empezó desde entonces, últimamente he llegado a pensar que el insomnio es ahora como la música del diez veinte... llegó para quedarse. Y como ya lo intenté todo y nada termina de funcionar, decidí desde hace tiempo que esas horas que paso sin dormir, rodeada del silencio que no tengo durante el día, las voy a usar para soñar.

Soñarme
distinta, en otra piel y en otro tiempo. Tengo ahora ese horizonte. A veces me asustó y lloro mucho. En otras, recuerdo y me río. Pero siempre, siempre cierro los ojos y voy hacia adentro. No necesito dormir para soñar, ahora lo sé.

Y mientras este universo se abre para mí, no puedo dejar de preguntarme ¿Qué me depara este nuevo momento? ¿Dónde y cómo voy a estar, digamos, en un año?

No lo sé, pero mientras... seguiré soñando.

1 comentario:

Viviana en vivo dijo...

Ben:

Ya entré a tu blog, y te agradecí en tu espacio el comentario.

Creo que nunca debemos perder la posibilidad de soñar-nos. Yo la perdí por mucho tiempo, pero la empiezo a recuperar y la estoy disfrutando mucho.

Gracias nuevamente. Estaremos leyéndonos próximamente...y felices sueños para tí también.

Viviana