lunes, 17 de marzo de 2008

Visitas Pendientes


Tenía un asunto pendiente. No me gusta tenerlos. Los siento como ojos que miran detrás de mi cabeza.

Y así sentía ésto, como un gran peso. Debía una visita. Siempre había un pretexto para no ir. Los niños, el trabajo, las ocupaciones. Hasta la falta de estacionamiento en reforma.

Lo cierto es que lo había pospuesto porque me duele todavía. Me duele pensar en la vida de mi amiga que terminó mucho antes de lo que debía. Me duele imaginarme como estaría ahora a sus casi cuarenta años. Me duele que mis hijos no la conocieran. Me duele todo lo que le faltó por hacer y todo lo que me faltó decirle.

Casi 10 años han pasado y por fin regresé. Había seguido el camino de esta colección que lleva su nombre y que tiene la edad de mi hija, pero no la había visitado. Lo hice el domingo.

Me di cuenta que el tiempo cambia lo circunstancial y lo superfluo. No lo esencial. Los cuadros de Remedios (así me refiero a ella, con su primer nombre, como lo hacía Isabel) siguen moviendo en mí algo que no puedo traducir en palabras. Así me sucedió desde la primera vez que vi "El alquimista" colgado sobre la misma pared en que descansaba el piano que mi amiga tocaba con sus lindas manos, de las cuales estaba un poco envanecida.

La generosidad de sus padre al explicarle a un montón de adolescentes hormonales la obra de Remedios, es algo de lo esencial que me conmueve a pesar de todos los años que han pasado. La misma generosidad que demostró al donar parte de la obra de Remedios al Museo de Arte Moderno para que el mundo se fascine con sus pinturas igual que me pasó a mí hace más de 20 años.

Y como lo esencial no cambia, a veces el afecto permanece intacto. El mismo que compartí con una Isabel adolescente y llena de sueños, ansiosa por comenzar su vida. El intercambio intelectual de dos colegas. Pero sobre todo, el cariño de una amiga incondicional.

Diez años después regresé. Y su nombre escrito llenó mis ojos de lágrimas. Como el primer día de su ausencia.






Testimonio de la visita que débía





El nombre de Isabel en el párrafo de enmedio



8 comentarios:

Miguel Cane dijo...

Viv, Viv...

Sí. Sé a lo que te refieres sobre las cosas pendientes. Son como fantasmas y nosotros, los lugares de las visitaciones.

Pero que bueno que pudiste ir, asomarte, extender tus manos sobre los recuerdos y poder volver a tocarlos.

Espero que puedas volver más seguido.

Un beso grande. Y gracias. (Tú sabes por qué)

Edmundo Dantés dijo...

Hay cosas que no se olvidan, pero se tiene que aprender a vivir con ellas.

Y a veces, ocurren momentos como este que lo trae todo de vuelta a la memoria de los ojos. Justo como el primer día.

Lo bueno, es que ayuda. Ayuda a seguir adelante.

Ojalá estés bien.

Saludos.

Unicornio dijo...

Hola, Viv:

¡Ay! ¿Qué te puedo decir? Gracias por tus palabras allá. Y por este post, acá. Creo, sinceramente, que después de casi un mes de vivir al filo del estrés extremo, como que me hace falta desde correr un medio maratón, hasta ponerme a llorar acordándome de otro de los últimos Unicornios, un primo hermano... qué digo primo: mi Capitán, mi hermano, mi papá postizo, mi camarada preferido, y que partió y también súbitamente, sin decir ni "¡agua va!".

¿Se me nota que el Cuerno espiralado se mancilló con un acto violento (¡aunque en defensa propia, por supuesto!)? Lamento que algo tan personal afecte mis tratos con el mundo, pero es difícil aceptar que en algún momento de la Vida, y a pesar de tus conocimientos, experiencias y sobrevivencias, puedas sentir que llegas a perder el control... y eso atemoriza (ya sabes, sobre todo como psicóloga: algo así como un ataque de ansiedad aguda, jejeje).

Ahí la llevo. En una de esas, imagínate agregar a tus imágenes a un Unicornito encerrado en jaulita, recibiendo terapia cognitiva-conductual (¿así se dice?).

Luego les cuento cómo me fue, próximamente, en el mismo canal.

Gracias, nuevamente, por compartirnos algo tan personal y tan íntimo como esto. Y perdón por el rollo "pseudo-psicológico".

Cuídate mucho también. Y nos escribimos por acá. Y con un cafecito de olla. Y gorditas de manteca, de las que hacían las mamás, ¿va?.

Con un gran y afectuoso saludo, se despide por el momento,

el interiorizado Caballito SIN Cuerno (el Cuerno está castigado. Pronto volverá, jejeje).

Paxton Hernandez dijo...

Qué bello tributo, Viv. Ojalá yo también me pueda lanzar. ¿Hasta cuándo va a estar montada la exposición?

Muchos saludos y que disfrutes de estos días de descanso.

Viviana en vivo dijo...

Si Miguelillo, hay que sacar a los fantasmas sin lugar a dudas. Voy a volver esta semana con mis hijos.

Edmundo: Así es. Siempre hay que buscar la manera de seguir adelante. Un abrazo.

Unicornio: Te entiendo perfecto. Yo también he pasado por algunas crisis no te creas. A mí la verdad me sirvió el psicoanálisis más que la terapia cognitivo conductual (tomé las dos). Creo que lo mejor qeu se puede hacer es tranquilizarse. El mundo no se va a parar por nosotros así que hay que adaptarse sin perderse. Jeje. Suena más fácil decirlo que hacerlo pero así es.
Un saludo muy grande y que todo vaya mejor.

Paxton: La exposición es permanente en el museo de arte moderno. Vale la pena, te la recomiendo muchísimo.

Anónimo dijo...

HOY APRENDI DE TI DOS COSAS...LA VIDA LO ES TODO..CUANDO LA TIENES PUEDES ENCONTRAR AMIGOS, FORMAR FAMILIA, BESAR, ABRAZAR, JUGAR, IR AL MAR..RESPIRAR, EN FIN...
Y LA VERDADERA "ALQUIMIA" DE LA VIDA" ES QUE DE LA NADA O DE UN SIMPLE ENCUENTRO, PUEDES FORMAR UNA AMISTAD QUE SOBREPASE LA VIDA MISMA Y FINALMENTE...AMAR A ALGUIEN QUE NO SABIAS QUE EXISTIA DESDE QUE UNO NACE Y CON EL TIEMPO LO ENCONTRARAS..UN HIJO(A), AMIGOS,UNA PAREJA...BONITA VISITA

Jesús Mtz dijo...

Q puedo decir, es tan lindo todo lo q narras en esas visitas pendientes, q me encanto en pocas palabras.
Un saludo y un abrazo.

Unknown dijo...

Maravilloso. Que bueno te animaste a regresar después de 10 años. Todos tenemos asuntos (visitas) pendientes que de una u otra manera tenemos que resolver. El ir (resolver) tienen un toque mágico donde se encuentra paz y serenidad.

Un abrazo pues.