miércoles, 15 de agosto de 2007

Lo femenino

¿Qué es lo femenino? Muchos, sin duda, se han hecho esta pregunta. Freud, uno de tantos, dijo que era el "continente sin descubrir" y dejó a sus seguidoras (mujeres) la pregunta en el aire, para ser contestada por ellas.

Muchos psicoanalistas, hombres y mujeres, se han hecho la misma pregunta y han planteado diferentes respuestas. No es mi intención repasar ninguna. Hago esta pequeña introducción para hablar de lo infinítamente complejas que somos las mujeres.

Por supuesto que los hombres son también complejos. Pero, en la opinión de una servidora, las relaciones que establecemos las mujeres son muchísimo más complicadas que las que establecen los hombres.

Pienso en lo profundamente ambivalentes y contradictorias que somos. Por un lado somos críticas acérrimas unas de las otras. Por el otro, somos solidarias y nos hermanamos genuinamente.

Una vez escuche un chiste: Los reyes magos eran mujeres. Llegaron al pesebre, limpiaron, ordenaron. Ayudaron a María con el parto. Atendieron a los animales. Cocinaron. Cuando habían terminado se despidieron. Ya en el camino de regreso, conversaban entre ellas y decían: "¿Se fijaron en las sandalias de María? no pegaban en nada con el vestido... ¿Cómo pueden vivir con esos animales en su casa? El niño no se parece en nada a José... Me pregunto si me devolverán el tupper que les traje... ¿Virgen? ¡Por favor! si la conozco desde la universidad...

Así somos. Contradictorias y complicadas.

A mí me gusta esa contradicción. Me gustan todas las mujeres que caben en mí. Me gusta ser pareja de un hombre. Me gusta ser mamá de mis hijos. Me gusta ser psicoanalista. Me gusta ser hermana (si hermana) de mis amigas. Hija de mis padres. Y me encanta la libertad de la que ahora disfruto, que es producto de la lucha de muchas mujeres que me anteceden, sin las cuales, probablemente seguiría siendo una esclava con título de ama de casa.

Pero sobre todo, agradezco a las mujeres que me rodean con las cuales me he hermanado en muchos sentidos. La solidaridad que me han demostrado me conmueve. La maternidad es un pegamento que une más que cualquier cosa. Una vez que te conviertes en madre, no vuelves a ver a un niño de la misma manera. Si se enferma, piensas en lo que estará pasando su mamá. Si algún chiquito a tu alrededor trae mocos y te pide que se los limpies, lo haces pensando que alguien puede hacer lo mismo por uno de los tuyos cuando tú no estés. Cuidas niños ajenos, los alimentas, los llevas con su mamá. Porque los niños son de todas. En efecto, se necesita un pueblo para criar a un niño. Normalmente, el pueblo somos las mujeres.

La lucha por la libertad de las mujeres no ha terminado. Todavía hay mujeres en muchos países (en el nuestro, sin ir más lejos) que se encuentran esclavizadas por factores político-económicos, religiosos, ideológicos o discursos auto impuestos. Hay mucho por hacer, muchas batallas pendientes.

Lo femenino, en mi opinión, es un gran colectivo. Pero también un conjunto de individualidades y ambivalencias que coexisten sin estorbarse.

Gracias, de corazón, a mis hermanas las MUJERES.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Como ya he comentado en otras ocasiones en otros blogs, yo creo que las mujeres son la base misma de la sociedad, sin ustedes no existiría. Su fuerza, su amor y su feminidad son el pegamento que mantiene unidos a los pueblos.

Me ha encantado tu post.

Un abrazo y un beso hasta satelolandia

Cuquita, la Pistolera dijo...

Viviana, justo en estos días mi vida se ha apoyado en las mujeres. Bueno, en mi esposo, en primer lugar, pero luego en todo un colectivo de mujeres que me han sostenido, abrazado, consolado. Los hombres no podrían lograrlo.
Besos

cieloazzul dijo...

Hola Viviana!!
Vengo siguiendo tus pasitos desde mi cielo:)
Coincido contigo en ese valor que se tiene por el simple hecho de ser mujeres...
En nuestro México, la mujer ha ido ganando terreno, se ha ido posicionando en grandes empresas y profesiones y cada vez es más autosuficiente e independiente, que es verdad que tenemos mucho que sensibilizar con respecto al RESPETO y DERECHOS de vida de muchas mujeres que aún se encuentran sumidas en todas las injusticias y abusos al género.
pero somos muchas mujeres!! asi que si nos mantenemos unidad en un solo objetivo, lo lograremos!!!
Mil besos:)

Dalia dijo...

¡Ay, Viviana! Muy interesante post.
Yo tengo que añadir un punto más a tu reflexión. Ser mujer es complicado por muchas razones, te pasas la vida demostrando lo que vales el doble de tiempo que un hombre. En ocasiones nos toca representar unos papeles por cultura con los que no nos sentimos plenamente identificadas, geográficamente ser mujer puede significar ser una persona, una esclava o un objeto. Tú has mostrado tu visión positiva y personal, muy buena. Yo, en cambio, por razones de salud este género me ha puesto tantos problemas que a veces preferiría ser un saxofón. (Si existe la reencarnación probablemente fui un hombre cruel con las mujeres y ahora me toca pagar por ello, ay!)
Un saludo.
Volveré por tu blog.