domingo, 18 de noviembre de 2007
Cartitas a Santa Claus
sábado, 17 de noviembre de 2007
Asuntos Inconclusos
lunes, 5 de noviembre de 2007
Otra frase del día
"Yo no iré a fiestas hasta que sea una adulta mayor de 18 años. Antes sólo saldré al cine con mi amigas..."
Yo creo que tanta comida chatarra les está empezando a afectar el cerebro. Por lo pronto, grabé dicha frase en mi celular. Seguramente en uno o dos años me va a ser muy útil en mi discurso materno manipulatorio onda "tu lo dijisteee...dijiste que no irías a fiestas" En fin, así es esto del frijol con puerco...
lunes, 29 de octubre de 2007
La frase de hoy
Gerardo. Hora de la comida. 29 de octubre 2007.
Su mamá, después de recoger la mandíbula en el piso, se quedó sin palabras...
lunes, 15 de octubre de 2007
Buenas noticias
La más importante (sobre todo la que me tiene más orgullosa) es que Gerardo sacó el primer lugar en su clase y aparece en en el cuadro de honor de su escuela. Sé que eso no le garantiza nada en esta vida. Sin embargo, hizo un gran esfuerzo y trabajó como un campeón todo el mes.
Lo cierto es que abomino estos premios. Pero ahora que se lo sacó mi hijo...pues parezco mamá gallina. Aquí está mostrando su papelito con orgullo.
La otra noticia (y logro) es esa cosa roja que aparece junto y detrás de nosotros. Como que va con mi personalidad y tiene olor a coche nuevo. Los niños ya le dieron su primer pisotón y les advertí que se van a ir a pata a todos lados si no cuidan al nuevo miembro de la familia, jeje. Aquí estamos con él.
lunes, 1 de octubre de 2007
El barítono de Argel
El tío Emilio era hermano de mi abuela Carmen. Era mi tío abuelo.
Fue una especie de ícono ambivalente en la familia. Creo que mi abuela siempre lo vio como su hermano pequeño. Pero la hermana mayor de ambos daba la impresión de pensar que el mundo estaba en deuda con ella por ser su hermana y apellidarse como él.
Todos nacieron en Santander, España. La familia llegó a Veracruz en 1923 a "hacer la América" como se decía. Mi abuela tenía 20 años y Emilio 11. Se dedicaron a diferente cosas, pero a Emilio siempre le gustó cantar. Era un hombre ambicioso y quería ganar dinero.
Incursionó muy joven en el ambiente artístico. A mediados de los años 30 su particular forma de interpretar las canciones lo había convertido en una estrella de la radio, catapultándolo al cine como actor protagónico.
Su primera película como protagonista fue "la india bonita" en 1938. Hizo muchas, siempre como galán más bueno que el pan y que cantaba a la menor provocación.
Mi favorita es "Al son de la marimba" de 1940 bajo la dirección de Juan Bustillo Oro, donde hace mancuerna con Joaquín Pardavé y Sara García. Es una comedia simpaticona, fácil, un poco ingenua y acartonada, pero que deja un grato sabor de boca. Quería poner la música que interpreta en el film, pero por los misterios que todavía tiene la tecnología para mí, no he podido hacerlo. Prometo actualizarlo en cuanto entienda como.
Hizo también una película con María Félix "Vértigo" en 1945. Nunca la vi, pero me da una idea de la condición de galán que tenía el tío Emilio en esa época. Aquí esta el cartel de esa película.
El tío Emilio tenía los ojos azules casi violeta, parecidos a los de Elizabeth Taylor. Mi mamá anheló esos ojos para sus dos hijos durante sus embarazos y nomás no salimos con ellos. La genética hizo que mi hija tenga los ojos de un color parecido (aunque no igual).
Me hubiera gustado conocerlo. Para mí es un misterio que haya sido lo que fue. Una de sus novias hasta se suicidó frente a la casa de mi bisabuela. No lo considero particularmente guapo (aunque dicen que en persona lo era más que en las películas) y creo que era entonadillo, pero tampoco disfruto particularmente su voz. Me gusta más Pedro Infante como galán de la época.
Pero su éxito es innegable. Fue una figura importante en la cinematografía de la época, donde fue ícono del galán romántico
Vaya ahora una pequeña semblanza de este tío que no conocí.
Pude poner una de sus canciones para que lo escuchen cantar.
sábado, 22 de septiembre de 2007
¿Quién es este señor?
viernes, 21 de septiembre de 2007
Cuando mi papá era mago
Hoy mi papá hizo figuras con cajeta. Mi mamá la sirvió en el platito verde de plástico cuando él dijo que quería un postre. Él pidió el platito verde porque ahí las figuras se ven más bonitas. Cuando lo tuvo enfrente, agarró la cuchara con un poco de cajeta, la levantó muy alto y dejó que cayera en hilitos. Primero hizo una carita y luego un barco. Gogo y yo nos moríamos de risa. Mi papá es divertido. Mi mamá se enojó porque no se comió la cajeta. No es justo. Ella siempre se enoja y lo regaña.
La casa donde conoció a su padre tenía una alfombra verde en todas las habitaciones menos en la cocina, donde había un piso de baldosas rojas color ladrillo. El ante comedor era de una madera muy oscura que contrastaba con la luz que entraba por el ventanal que daba hacia un patio de cemento. En esa mesa hizo sus primeras planas de bolitas y palitos en unos cuadernos forrados de papel lustre amarillo y con calcomanías de la Pantera Rosa en las portadas. En esa mesa comió su primer hígado encebollado que era muy nutritivo. En esa mesa su mamá le servía pepinos con limón mientras estaba lista la comida y platicaban sobre su día en la escuela, ella vestida con su uniforme amarillo con delantal blanco. Lo ve ahora en las películas súper ocho que su papá tomaba todo el tiempo, y le parece bonito y coqueto aunque lo odiaba en aquel entonces porque era demasiado corto y se le veían los calzones cuando se agachaba.
Mi papá es mago. Agarra una paleta y la desaparece. Después la saca por tu oreja o por tu nariz. Siempre me pregunta como caben en una nariz tan chiquita unas paletas tan grandes. Gogo llora cuando las paletas desaparecen. Piensa que nunca volverán. Yo le digo que no se preocupe, papá siempre las encuentra.
Comíamos tortitas de papa cuando mi papá gritó. Mi tía gritó también mientras mi mamá les decía que se calmaran. Mi tía le dijo a papá palabras que yo nunca había oído y que lo hicieron enojar. Salió de la casa y cerró fuerte la puerta. Le dije a Gogo que nunca le voy a volver a hablar a mi tía. Lastimó a mi papá.
Su padre salía sin pantalones. Se vestía, se peinaba y se despedía de los niños, jugando una travesura anticipada y repetida. Los niños le gritaban que no se fuera y se colgaban de sus piernas, mientras él preguntaba ¿me falta algo?...los pantalones gritaban los dos casi al unísono. Él se sorprendía y corría a ponérselos boquiabierto y dando las gracias por recodárselo ¡Cómo se iba a ir a trabajar así! ¡Qué bueno tener unos niños tan listos que se daban cuenta de todo! Años después su psicoanalista interpretaría repetidas veces ese comportamiento como una metáfora de sus imágenes masculinas: hombres sin pantalones. Pero eso fue después, mucho después de que su papá dejara de hacer magia. Ahora entiende muchas cosas. Los silencios de su madre y las ausencias de su padre, entre otras.
Gogo se comió un veinte hoy. Jugábamos con las figuritas rojas en la alfombra verde de su cuarto cuando se puso blanco y después morado. Grité y mamá y papá llegaron corriendo. Mi papá tomó a Gogo de las piernas y lo puso de cabeza. Se le quitó lo morado y se puso blanco mientras lloraba y mamá lo besaba. Le dieron un plátano. Papá dijo que esa moneda en su panza le iba a dar mucha suerte. Le dijo que su cuerpo la iba a cambiar de color. De plateada se iba a volver verde o negra. Y así fue. La moneda salió convertida en verde como la alfombra. Gogo también es mago.
Mi papá se sacó la lotería y nos fuimos a vivir a una casa más grande. Nos compró todos los juguetes que quisimos y que cupieron en el coche. Fue mágico, como todo lo que él hacía. La casa nueva tenía muchos cuartos y una sala enorme. Gogo y yo jugábamos mucho tiempo solos. Mamá trabajaba y papá no estaba. Se compró un encendedor dorado con sus iniciales además de muchas cadenas y crucifijos de oro. Llegaba tarde en las noches y dormía todo el día. Cerraba su puerta y decía que no hiciéramos ruido. Papá ya no hacía magia. Alguien se la robó. Quizá él mismo.
La casa nueva también tiene alfombra verde. El cuarto de juegos tiene un tapiz de rayas verdes que no me gustan nada. Hoy jugamos con los muñecos. Eran muchos hermanos en sus naves espaciales que huían de un papá malo que no los quería. Los hermanos se cuidaban entre ellos y viajaban por galaxias peligrosas. Me gusta jugar con mi hermano aunque me molesta mucho. Siempre quiere romper mis muñecas. El muñeco papá tiene la cara destrozada por alfileres que Gogo le ha clavado. Es un muñeco muy feo. Me asusta.
Hubo dos casas en su infancia, ambas con alfombra verde. En la primera, donde nació, su papá era mago y la segunda donde, en una especie de orfandad, creció y se hizo adulta…siempre añorando las figuras de cajeta, el coche lleno de juguetes y las paletas que aparecían en la nariz.
jueves, 13 de septiembre de 2007
Se me cuecen las habas...
miércoles, 12 de septiembre de 2007
Oferta
martes, 11 de septiembre de 2007
Se venden niños...
1.- Niña en edad escolar, con algunos problemas para hacer la tarea de matemáticas.
Incluye:
- Mirada de pistola cuando se le pide que haga la tarea (la materia es a su elección)
- Respuestas de "No sé" "No entiendo" o "No me lo han explicado" incluidas en el disco duro.
- Tendencia al llanto fácil.
- Chip integrado de películas de Libertad Lamarque para una mejor utilización del melodrama "Ya no me quieres..."
- Carita de mustia cuando se ve metida en problemas.
- Soluciones integradas para la mejora del medio ambiente: "Deberíamos venir a la escuela caminando (10km) para que no contamines".
- Capacidades olímpicas para esquivar nalgadas: Subida de escaleras en 2.5 segundos, salto de sillón de 1.5 metros.
- Refinamiento en las artes manipulativas: "Quieres más a mi hermano" o "La mamá de Fulanita es muuuy buena la deja comer helado a la salida de la escuela y le compra todooo lo que ella quiere."
Aprovechen porque se agotan. Esta oferta tiene un tiempo limitado. Se incluye también un rimmel marca Mitzuki y un par de medias Coqueta, así como un litro de cajeta coronado.
Si la oferta es buena, pueden pasar a recogerlos en artículo 123 número 90, con toda la bendición y el agradecimiento de su madre.
lunes, 10 de septiembre de 2007
Gris
Cuando estoy así me da un hambre de horror y podría comerme un caballo. Desayuné una orden de molletes, comí unas papas a media mañana. A la hora de la comida con los niños me comí dos platos de sopa de pasta, unos tacos de pollo con crema y queso y un platote de arroz con leche que sobró del viernes. Y ahora, escribiendo ésto, me estoy comiendo otras papas con salsa, un chocolate y una coca de 600 ml. Mmm. Parece diario de weight watchers. Pequé. Comí demasiado. Así me pasa siempre. Como cuando estoy triste. Y la verdad es que no me había dado cuenta de que me sentía así. Es solo un desgano, que suelo hacer conciente cuando realizo un conteo calórico rápido. Uf.
Hablan y preguntan cómo me siento. Desde mi mamá hasta mis amigas...y no había caído en la cuenta. No porque no recordara la fecha. No podría ovidarla. Más bien porque desde un inicio había planeado pasar este día como cualquier otro. Pero uno planea y todo lo demás gana. Hoy cumpliría 13 años de casada. Es el primer año, en trece, que no festejo... aunque sea en lo exterior. Porque los dos últimos 10 de septiembre fueron agridulces, por decir lo menos.
Yo decidí que no quería más. Pero no deja de ser una fecha cargada de recuerdos. Parezco canción de Mecano...
No digo más.
martes, 4 de septiembre de 2007
Pasaje
—¿Estás bien?
Moqueando, asiente sin hablar. Sus manos amarradas a los lados, le recuerdan los cristos sangrantes en las iglesias de su infancia. No siente las piernas desde hace unos minutos. Tampoco percibe la pesadez de su vientre que empieza siempre como un ondulante balanceo, hasta terminar en una dureza dolorosa.
El médico dice que van a comenzar. El murmullo se transforma en música. Algún tipo de melodía instrumental que no conoce, o no recuerda. Su mente está embotada. La ansiedad y el llanto la invaden, sin dejar lugar para pensar en otra cosa. Otro zumbido. Mecánico esta vez. Y un olor desagradable…plumas quemadas, eso es.
—¿Qué me están haciendo?— Piensa casi en voz alta, como si pudiera gritar, como si su boca no estuviera cerrada en un tembloroso rictus para no llorar.
Como si adivinara la pregunta, una voz a su espalda explica:
—La están cauterizando, tienen que abrir muchas capas de piel y no queremos que pierda sangre.
Reconoce al médico que le insertó una aguja en la espalda cuando llegó al quirófano, en lo que le ha parecido un siglo lleno de preparaciones, batas verdes y telas
—Trate de relajarse, pronto terminará todo.
Llovía cuando llegó al hospital y llueve todavía. Escucha una lluvia fuerte, constante y muy cerca, como si la estuviera mojando. Deben estar en el último piso. El ruido de la lluvia es más intenso que la música que escuchaba hace un momento. La ensordece. La asusta, siempre la ha asustado. Otro de los miedos irracionales de los que Él se burla tanto. Así ha vivido los últimos meses: ansiosa, asustada de no llegar al final, donde se encuentra ahora precisamente. Ese final que tanto la aterrorizaba… se ha convertido en una brutal paradoja como las que tanto le gusta leer.
— ¡Ya! ¡Ya casi! ¡Respire profundo!
Siente una presión asfixiante en el estómago, que la remueve por dentro. Un llanto tenue, entrecortado primero. Sollozante después, se convierte en gritos. Un llanto que le recuerda a un gato, como los que vagan por su casa en las noches. No es de ella. Ese ruido no salió de ella. Viene de esa otra que, hasta hace unos segundos, la habitaba. Instintivamente levanta la mirada y ve reflejada una carnicería en las gafas de Él mientras la toma de la mano. Sangre por todos lados. Rojo rodeado de verde. Detrás, en su mirada, una profunda ternura y un gran asombro. Otra paradoja. Ella no la olvidará nunca.
Ahí está. Su bebé. Su hija. Ese diminuto ser al que pensó que no llegaría a conocer. Un brazo velludo le acerca a la pequeña apenas envuelta en una tela verde. La desamarran para que pueda tocarla. Pasa su mano por el diminuto puño sollozante que parece gritar con la vida que se inaugura en ella. El brazo velludo acerca a la bebé a sus labios y ella besa su cabeza sin pelo, embarrada de una gelatina pegajosa color rojizo. Al pasar la lengua por los labios secos donde se unió a la bebé en un primer contacto íntimo, descubre que los restos del líquido en el que estuvo inmersa su hija durante nueve meses es sorprendentemente dulce. Se asombra de lo instintivo que es ese vínculo incipiente. Sabe que reconocería el olor y el llanto de su bebé entre muchos otros.
El brazo velludo se lleva a la niña. Él lo sigue apresuradamente. Otra vez el llanto parece invadirla. El suyo, el de dentro. Llanto de alivio, de gozo, de miedo, de anhelo por esa personita a la cual siente que pertenece por completo.
Y el final. Ese líquido amargo que su vientre aplastado ha guardado regresa invasivo, incontrolable. Se derrama sobre el médico que alarmado le dice que voltee la cabeza a la izquierda donde han colocado una fría palangana. La inyectan y el mundo se vuelve oscuro.
En la cama del hospital, atada todavía a los tubos y las sondas, la familia le dice que la niña es hermosa. Pequeña, diminuta. Parece una flor color de rosa. Con la cabeza redonda y calva. Y los labios rojos, como si se los hubieran pintado.
Quisiera correrlos a todos cuando la traen. Tiene hambre, mucha hambre. Hace casi dos días que no come. La bebé llora. ¿Tendrá hambre también? ¿Qué puede hacer ella para quitársela? Inconscientemente sabe que desde ahora su propia hambre ya no será lo primero. Sabe que lo dulce nunca sabrá tan dulce como ese primer beso que recordará para siempre.
domingo, 2 de septiembre de 2007
Robin de Sherwood
Esta serie me encantaba cuando era más chica. Me gustaba porque creía fervientemente que en la Inglaterra de la edad media la gente se veía como aparece en esta serie. Se podía ver lo mugrosos que eran, y la pobreza en la que vivían. Pero sobre todo, la magia de la que estaban rodeados.
La historia de amor entre Robin y Marion era bellísima. Cuando comencé a ver esta serie sólo conocía la versión Disney de Robin Hood. ¡Y qué diferencia! Marion aquí es apasionada, entregada. Y Robin... bueno, en mi humilde opinión, Michael Praed es el mejor Robin Hood de la historia. Desde luego mejor que Kevin Costner (aajjj) y hasta que Sean Connery (perdón, no me crucifiquen). Como detalle curioso, el hijo de Connery (Jason) reemplazó al Robin original. La serie perdió un poco de su encanto cuando eso sucedió.
Pero lo que más me gustaba de Robin de Sherwood, es que mi hermano y yo la veíamos juntos. Eran pocas las cosas que teníamos en común, y el gusto por esta serie era una de ellas. El recuerdo de mi hermano sentado en su sillón, devorando una bolsa de cheetos con una coca cola familiar estará siempre asociado a mis afectos... junto con la musiquita que me encantaba.
Ustedes ¿la vieron? Miguel, ya se que tu si...
martes, 28 de agosto de 2007
Poesía II
Detente, sombra de mi bien esquivo,
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.
Si al imán de tus gracias atractivo
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero,
si has de burlarme luego fugitivo?
Mas blasonar no puedes satisfecho
de que triunfa de mí tu tiranía;
que aunque dejas burlado el lazo estrecho
que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.
Me encanta la idea de la representación mental que tenemos de las personas o de las cosas. No importa en realidad el exterior o lo que pasa en el afuera. La fantasía y la subjetividad siempre serán los lentes a través de los cuales nos relacionamos. A través de los cuales interpretamos el mundo de los afectos.
lunes, 27 de agosto de 2007
El examen "Enlace"
No. Ninguna reflexión profunda, estadística o sociológica acera de este tipo de pruebas, que me parece tienen ventajas y desventajas. Sólo hablaré de ella como mamá.
Fui, en todo este proceso, una mamá muy aplicada. Me ofrecí como "padre de familia observador" para asistir a todo el proceso. No tiene gran ciencia en realidad. La escuela de Pau es muy chiquita, sólo tres niños de tercero de primaria fueron evaluados. Sólo sentarse a observar y firmar unos papeles con mi nombre.
Unos días antes, por internet, Paulina se chutó los ejercicios "muestra" que venían en el sitio. Sus respuestas no fueron, digámoslo así, muy certeras. A ella este examen no le causaba la menor angustia. En su escuela, que sigue un sistema Montessori, no hacen exámenes, cuando menos no como se hacen en otras escuelas.
Así que el mero día, la única emoción que pasaba por los ojos de mi chiquita era verme sentada en la diminuta silla que me ofrecieron para "observar". Como siempre que voy a su escuela, quería enseñarme todo el material, los asientos de sus compañeros...en fin.
Fue sólo al momento de que la maestra entregó la prueba y dijo que tenían tantos minutos para contestar que noté su carita de angustia y una serie de ideas se agolparon en mi cabeza: Paulina tiene que adecuarse al sistema educativo del país donde vive.Igual que tendrá que adaptarse a muchas cosas que no le gusten o que le causen angustia. Ni modo. Así crecemos. Hacemos nuestro al mundo, pero el mundo también nos jala, irremediablemente.
Que bueno que esta pequeña escuela valora la auto estima del niño sobre otras cosas. Especialmente con niños como Pau, a los que lo académico les cuesta tanto trabajo. En un mundo donde se privilegia tanto la competitividad, me da gusto que mi pequeña pueda sortear este tipo de eventos, sin que se juegue su auto concepto o la imagen que tiene de sí misma. Y que hay niños, como ella, que a lo mejor no son buenos para las matemáticas, pero que son intuitivos, cariñosos, sensibles y observadores, como lo es ella prácticamente desde que nació.
Hoy revisamos los resultados...503 en español, 487 en matemáticas. El mínimo es 200 y el máximo 900. ¿Su nivel? "Elemental, tiene que reforzar conceptos básicos" lo peor del caso es que cuando le puse sus errores en la compu, los pudo contestar bien. Y según yo no estaba nerviosa.
Con sus ojotes abiertos me preguntó "¿Cómo salí mami?" Mejor en español que en mate- contesté- Tienes que echarle muchas ganas este año, para que te aprendas las divisiones. "Esta bien"- me dijo- "¿estás enojada?" -preguntó. Me dejó helada. ¿Percibiría que esperábamos más de ella? No lo se. Y yo que pensaba que no tendría mayor empacho con la pruebita...
Sólo se que mi Pau no es una estadística. Es mucho más que eso.
Esta prueba me confirmó lo que yo conozco de mi hija. Me confirmó que está en la escuela en la que necesita estar y que las matemáticas no son lo suyo. No eran lo mio tampoco. No lo fueron nunca y eso no me impidió estudiar lo que quise y trabajar en lo que quise.
Así que cuando me preguntó "¿en qué lugar quedé?" le dije "en el tercero, mi amor" (de tres, naturalmente)
domingo, 26 de agosto de 2007
Cuando la intimidad falta
No lo se. Me pasó a mí y no he logrado explicármelo todavía. Desde luego no era así como planeaba mi vida y mi matrimonio. Pero sucedió. No por falta de amor o de cariño o de cosas en común. Simplemente pasó. Se gestó a lo largo de los años y las decepciones. Ninguno de los dos logró ver a través de él, hasta que llegó un momento en que ya no nos mirábamos, ni nos tocábamos... había un gran silencio que sólo se rompía para hablar de los niños, las cuentas por pagar o los últimos chismes de la familia. Nada más.
Éramos profundamente infelices. Y la vida no debe vivirse así. Fue tiempo de un cambio.
En eso andamos. Los dos.
Les dejo un fragmento del libro de Sándor Márai "Divorcio en Buda" , donde a partir del caso de divorcio de unos conocidos, el juez Kristóf Kömives se cuestiona su vida, su relación de pareja, su existencia y su manera de ver la vida. Entre paréntesis he puesto la palabra esposos, matrimonio, porque este pasaje retrata lo que llegó a ser el mio.
...Kristóf se tomaba el noviazgo(matrimonio) con seriedad y ceremonia: lo consideraba, más o menos, un cargo cívico que conlleva ciertos gastos de representación... Su noviazgo (matrimonio) estuvo caracterizado por ese constante afán de diálogo: se pasaban las horas charlando, hasta la madrugada. Sus cuerpos guardaban silencio mientras que sus almas se abrían total y sinceramente. Se besaban poco, y por lo común lo dejaban a medias tras algunos conatos desmañados y temerosos. Más bien se besaban por obligación; eran de esos novios (esposos) que creen que los intentos de acercamiento físico forman parte del estado oficial en que se encuentran, de la misma manera que llevan sus anillos de oro o se acercan a las tiendas de muebles para escoger los suyos.
jueves, 16 de agosto de 2007
Xochitla, lugar de flores
Comimos muy rico, los niños jugaron y se divirtieron. Paulina, como siempre pensando que soy una enciclopedia ambulante o que tengo google integrado a mi disco duro se la pasó preguntándome como se llaman las flores, las plantas, las mariposas... Gerardo fue feliz compitiendo en carreras de bicicleta y en quien duraba más tiempo colgado en la tirolesa.
Llegaron cargados de mugre y cansadísimos.
miércoles, 15 de agosto de 2007
Lo femenino
Muchos psicoanalistas, hombres y mujeres, se han hecho la misma pregunta y han planteado diferentes respuestas. No es mi intención repasar ninguna. Hago esta pequeña introducción para hablar de lo infinítamente complejas que somos las mujeres.
Por supuesto que los hombres son también complejos. Pero, en la opinión de una servidora, las relaciones que establecemos las mujeres son muchísimo más complicadas que las que establecen los hombres.
Pienso en lo profundamente ambivalentes y contradictorias que somos. Por un lado somos críticas acérrimas unas de las otras. Por el otro, somos solidarias y nos hermanamos genuinamente.
Una vez escuche un chiste: Los reyes magos eran mujeres. Llegaron al pesebre, limpiaron, ordenaron. Ayudaron a María con el parto. Atendieron a los animales. Cocinaron. Cuando habían terminado se despidieron. Ya en el camino de regreso, conversaban entre ellas y decían: "¿Se fijaron en las sandalias de María? no pegaban en nada con el vestido... ¿Cómo pueden vivir con esos animales en su casa? El niño no se parece en nada a José... Me pregunto si me devolverán el tupper que les traje... ¿Virgen? ¡Por favor! si la conozco desde la universidad...
Así somos. Contradictorias y complicadas.
A mí me gusta esa contradicción. Me gustan todas las mujeres que caben en mí. Me gusta ser pareja de un hombre. Me gusta ser mamá de mis hijos. Me gusta ser psicoanalista. Me gusta ser hermana (si hermana) de mis amigas. Hija de mis padres. Y me encanta la libertad de la que ahora disfruto, que es producto de la lucha de muchas mujeres que me anteceden, sin las cuales, probablemente seguiría siendo una esclava con título de ama de casa.
Pero sobre todo, agradezco a las mujeres que me rodean con las cuales me he hermanado en muchos sentidos. La solidaridad que me han demostrado me conmueve. La maternidad es un pegamento que une más que cualquier cosa. Una vez que te conviertes en madre, no vuelves a ver a un niño de la misma manera. Si se enferma, piensas en lo que estará pasando su mamá. Si algún chiquito a tu alrededor trae mocos y te pide que se los limpies, lo haces pensando que alguien puede hacer lo mismo por uno de los tuyos cuando tú no estés. Cuidas niños ajenos, los alimentas, los llevas con su mamá. Porque los niños son de todas. En efecto, se necesita un pueblo para criar a un niño. Normalmente, el pueblo somos las mujeres.
La lucha por la libertad de las mujeres no ha terminado. Todavía hay mujeres en muchos países (en el nuestro, sin ir más lejos) que se encuentran esclavizadas por factores político-económicos, religiosos, ideológicos o discursos auto impuestos. Hay mucho por hacer, muchas batallas pendientes.
Lo femenino, en mi opinión, es un gran colectivo. Pero también un conjunto de individualidades y ambivalencias que coexisten sin estorbarse.
Gracias, de corazón, a mis hermanas las MUJERES.
martes, 14 de agosto de 2007
martes, 7 de agosto de 2007
Mi papi
Uf. Aquí estábamos papá, Rodrigo y yo en las pirámides. Yo tenía la edad de mi hijo, así que hace ya unos cuantos ayeres. Ni se nota lo vieja que es la foto, jaja. Con tremendos patillones y lentes psicodélicos.
Feliz cumpleaños, pa. Te quiero.
lunes, 6 de agosto de 2007
Poesía
[somewhere i have never travelled]
somewhere i have never travelled,gladly beyond
any experience,your eyes have their silence:
in your most frail gesture are things which enclose me,
or which i cannot touch because they are too near
your slightest look easily will unclose me
though i have closed myself as fingers,
you open always petal by petal myself as Spring opens
(touching skilfully,mysteriously)her first rose
or if your wish be to close me, i and
my life will shut very beautifully,suddenly,
as when the heart of this flower imagines
the snow carefully everywhere descending;
nothing which we are to perceive in this world equals
the power of your intense fragility:whose texture
compels me with the color of its countries,
rendering death and forever with each breathing
(i do not know what it is about you that closes
and opens;only something in me understands
the voice of your eyes is deeper than all roses)
nobody,not even the rain,has such small hands
-e. e. cummings
Ojo: Por lo que tengo entendido, el autor lo escribió tal cual lo transcribí, paréntesis y todo.
lunes, 30 de julio de 2007
My Celebrity Look-alikes
http://www.myheritage.com |
Cuando las vacaciones eran vacaciones
El año pasado tomé esta fotografía. El año pasado cuando me sentía con el ánimo de pedirles a los niños que corrieran para tomarles fotos y hasta para buscarles el mejor ángulo, según yo. El año pasado cuando estuvimos 15 super días en la playa y ellos sólo daban lata para gritar desde la alberca, todos arrugados, que tenían sed. El año pasado cuando me leí "El libro de las ilusiones" de Paul Auster completito en mis vacaciones y regresé relajada, tostadita y los niños casi morados del sol que habían tomado.
Sniff. ¡Qué tiempos aquellos! En mi verano actual, Paulina se levanta a las 6:45 y Gerardo a las 6:50 despertado por su hermana. En ese momento empiezan los pleitos por el control remoto de la tele y las discusiones sobre la película que quieren ver. La Hershey ladra nerviosa. "Mamá tengo hambreeee". Carajo. Cuando es época de clases no logro despertarlos para que desayunen antes de ir a la escuela. Y en vacaciones cuando puedo quedarme un rato más en la cama leyendo (después de que me despertó el pleito de la tele a las 6:55) tengo que pararme máximo a las 7:15 porque "mi pancita tiene hambre, quiere huevito estrellado con panecitooo"
Después del consabido pleito porque la yema del huevito de uno está más reventada que el de la otra viene la siguiente pregunta "¿Puedo jugar el playstation?" No es día de playstation. "Son vacaciones, porfaaaa" Bueno cuando estén vestidos, peinados y con los dientes limpios. "¿Porqué, a dónde vamos a ir?" o "¿Porqué me debo de lavar los dientes si al rato voy a comer otra vez?". Uffff.
¡Y apenas son las 8 de la mañana!. Mamá, Paulina me quitó el control. Mamá, Gerardo me dijo tonta. Mamá, Paulina no me deja usar el color carne ahhh es que él me quito mis tijeras y no me presta el pritt. Mamá, Gerardo me está viendo....
Jiji. A veces quisiera tener un control remoto para ponerles mute. Pero en fin. Aquí nos tocó vivir...
Eso sí, sin ellos mis días serían muy aburridos.
domingo, 29 de julio de 2007
Si... me gusta Harry Potter
Me gusta Harry Potter. Cuando leí el primer libro hace algunos años (desde luego antes de que se convirtiera en el fenómeno que es ahora) me agradó aunque no fue mi máximo. A partir de la tercera entrega empecé a interesarme mucho más por la historia del maguito de Hogwarts.
No se porqué, la verdad. A veces es difícil justificar los gustos. Algo te agrada o no, te atrapa o no. Quizá haya proyectado en Harry mi anhelo adolescente de estudiar en Inglaterra. La cultura, la literatura, la poesía y el folclore británico me han atraído siempre.
Pero el fondo del asunto es que Harry Potter me entretiene. Es puro entretenimiento. Es un producto para pasársela bien. Nada más. Es una fórmula repetida hasta el cansancio en películas y libros: el bueno contra el malo, la luz contra la oscuridad. Lo resultados que dependen de las elecciones que tomamos. Quién quiera ver mas allá de eso creo que pierde totalmente la perspectiva.
Harry Potter tiene éxito porque alude a una parte que grandes y chicos quisiéramos tener: Poder hacer magia para callar a nuestros papás, para desaparecer, para volar. Pero también tiene un pie en lo real y eso es lo que lo hace tan atractivo. Harry se enfrenta a las mismas adversidades que todos los adolescentes: el rechazo por ser distinto, la confusión de identidad, los amores no correspondidos, las rupturas, los pleitos con los amigos, los enfrentamientos con la autoridad.
Hay gente que lleva sus gustos a lo extremo. Yo sólo leo los libros y veo las películas. Mis hijos empiezan a interesarse por leer los libros y eso me parece positivo. Que bueno que se acerquen a la lectura, si ya no por imitación de lo ven en casa, cuando menos que lo hagan por este fenómeno cultural en el cual están inmersos.
El mensaje subyacente en Harry es uno muy simple: Somos el resultado de nuestras intenciones y tenemos que responsabilizarnos por ello. Que bueno que los niños se entretengan en el camino, con historias de gente que pasa por cosas similares a las que le pasan a ellos.
Debo agregar a todo ésto, que mi hija Paulina (al igual que millones de niñas) ya se dice novia de Daniel Radcliffe (el actor que interpreta a Harry) Dicho sea de paso, creo que al actor es mucho más guapo que el personaje de Rowling. Pero quizá sea sólo mi impresión.
Por último, la autora de la saga, J.K. Rowling, me cae muy bien. A pesar de todo el dinero que ha ganado, es una mujer congruente. No se le ha subido el glamour, la fama y el dinero a la cabeza (no que yo sepa). Ha sabido protegerse de todo el ruido exterior y permanece como una mujer sencilla con los pies en la tierra.
Harry Potter no es Shakespeare. No es Tolstoi. No es Jane Austen. Pero cumple con su propósito: entretiene. Lo demás son argüendes.
Y si. Me gusta Harry Potter.
domingo, 22 de julio de 2007
Addenda de la Addenda
Yo también tengo un recuerdo con el de lost...buenoooo con su foto, su camisa y sus zapatos pero algo es algo ¿no?. Nótese lo favorecida que salgo en la foto por favor, no se como me atrevo a ponerla. Pero caray, yo también quería presumir de algo, jeje. Y aunque no parezca, atrás del flash reflejado en la vitrina, está la foto del guapo, junto con su camisa y sus zapatos. Desde ahí, no se ve si es mamón o no.
Tomada en los MGM studios de Disney. Septiembre, 2005.
Besos
sábado, 21 de julio de 2007
Addenda
Aquí está en las dos primeras películas que ví de él, dónde se ganó el lugar de Super Muñeco: American Gigolo y An Officer and a Gentleman
Galería de bombones
5.- Mathew Fox
A este muñecón lo descubrí cuando empecé a ver lost. Él me parece guapísimo, pero su personaje es lo que más me gusta. ¿Cómo le hago para encontrar uno así?
4.-Edward Burns
Ese tipo irlandés que tiene...mmm. Y esa naricilla. Además es talentoso el muchacho. Escribe, actua y dirige. Su vocecilla es muy particular también, ronquita y sexy. Guapo, guapo.
3.-Julian Macmahon
De reciente entrada en mi galería, aunque no por eso menos muñeco que los demás. Con un "doitor" así yo si me dejaba examinar.
2.- Gerard Butler
Novedoso también este muchacho. Lo encontré en una película que es una joyita: Dear Frankie En 300 me terminó de ganar con esos abdominales...Además, tiene un nombre hermoso.
1.-George Clooney
Georgie...no te me pongas celoso papito. Siempre serás el número 1. El rey de todos los reyes, el papucho de papuchos, porque lo tienes todo: encanto, guapura, inteligencia, talento y muuucho sex appeal. ¡Felicidades por ser el número 1 en esta estúpída lista! Jeje
viernes, 20 de julio de 2007
Las reglas de la casa
Traducción:
- No destruir
- No jritar (gritar)
- No corer (correr)
- No peliar (pelear) 1 a 39 (años) ¡Uf! Me salvé todavía
- NO salir
- No romper
Exceptuando la edad ¿no podría el mundo regirse con estas reglas escritas por un niño de 5 años? Yo agregaría otra... No tratar de joder intencionalmente al otro.
Sin más comentarios.
jueves, 19 de julio de 2007
15 cosas
Anhelo Soledad Sueños
Libros Regaños Sexo
Aretes Confusión Agua
Amigas Cuerpo Miedo
Despertó con la sensación de miedo que frecuentemente lo perseguía. Por un momento pensó que se encontraba en la habitación, rodeado de las cosas que Fernanda tanto amaba. Las paredes tapizadas de una tela de flores azules algo desgastada por el sol. Los jarrones de porcelana con margaritas silvestres recién cortadas. Las pequeñas mermeladas exóticas que ella no le permitía abrir porque las ponía en su bolso de inmediato –son para el desayuno con mis amigas-le recordaba mientras las envolvía dentro de una bolsa de plástico en un hábito perfeccionado a través de los años.
El olor a desinfectante aclaró su confusión. El recuerdo de ese hotelito en la colonia condesa se difuminó frente a las paredes de un blanco casi aséptico que lo devolvió a la realidad. Desde fuera se escuchó una voz aguardientosa y senil, imposible saber si de hombre o mujer “Mendoza…teléfonoooo” Con una sensación de pesadez extraña en el cuerpo, se puso de pie y se acercó a la puerta “¿Es a mí?”. “Sí, tú, quién más. ¿Hay algún otro loco aquí?”
El hombre (ahora sabía que era un anciano) lo escoltó a un pequeño cubículo de paredes grises, tan plano como la habitación en que había estado antes acostado, recordando. Fernanda en la bañera del hotel, vestida con el brillo del agua en su piel. El timbre del teléfono hizo eco en el cubículo vació. Sin saber muy bien que hacer, tomó el aparato. “Bueno, Manuel…Soy Gabriela ¿estás ahí? Contéstame, por favor. Tenemos que hablar.”
La voz al otro lado del teléfono le pareció familiar.
- Si, soy yo.
- Papá está muy molesto contigo. Dice que ésta es la última que te pasa.
- Necesito cigarros y mis libros.
- ¡No entiendes! Papá dice que no volverá a pagar las cuentas de la clínica. Parece que cada vez le cobran más porque tienen que hacerte más cosas. Reacciona, por favor. ¿Qué pasó esta vez?
- La maté. Maté a Fernanda.
Silencio. Rotundo.
- Hermano, Fernanda murió hace veinte años.
Fernanda corriendo en la huerta de San Miguel, con la sonrisa perenne que adornaba su rostro. Sus ojos aceitunados que parecían tener una risa aparte. Dos jóvenes jugando y corriendo muy cerca del arroyo. Los regaños de la abuela desde el porche de la casa “Niños, ha llovido mucho, tengan cuidado con el lodo de la orilla”.
Fernanda en sueños. Fernanda en París, enojada por lo insoportables que son los franceses. Fernanda en el hotelito de la condesa, recién descubierto. “Manolo ésto es un verdadero hallazgo, parece un bed and breakfast, quiero venir contigo aquí cada año, en nuestro día”. Fernanda y el sexo. Fernanda y Manuel, como debió ser.
-¿Qué dices?
-Fernanda se ahogó en San Miguel hace 20 años. Cuando cumplieron 15. Manuel, no me asustes por favor.
- Pero, pero…París, las mermeladas… no…Cállate… siempre le tuviste celos. Cállate ya… Déjame.
- Manolo, no te pongas así ¿no te acuerdas?...
La voz de Gabriela se escuchó cada vez más lejana mientras dos enfermeros lo llevaban a rastras.
Si. Fernanda muerta. Él la mató entonces y la mató ahora. La ha matado muchas veces. La mató en la huerta hace 20 años. La mató en París. La mató en el hotelito de la condesa.
En la soledad de su cuarto, cuando el anhelo por ella parece invadirlo, Fernanda regresa. No como la quinceañera sonriente, si no como una mujer de aspecto entristecido, que usa los aretes que él le regaló en su cumpleaños.”Manolo ¿qué vas a hacer sin mí?” dice al tiempo que lo despeina juguetona. “He vivido muchas vidas contigo, Fernanda”. Ella sonríe, con esa sonrisa que parece abarcarlo todo, al tiempo que le ofrece uno de sus cacahuates con chamoy.
sábado, 30 de junio de 2007
El graduado
La ceremonia fue un poco cursi como acostumbran en esta escuela. Pero debo confesar que se me salieron las de cocodrilo. Creo que por recordar momentos similares en mi vida, en los que además nunca lloré. Ahora pensando en los que le faltan a él, los cambios de escuela y los amigos que se dejan atrás, me puse un poco nostálgica y me impacté al pensar en todos los años de colegiatura que nos quedan por pagar hasta la que vaya a ser su última graduación.
El primero de muchos (espero)logros académicos para el benjamín de la familia.
El graduado con su mamá y hermana que están muy orgullosas de él
jueves, 28 de junio de 2007
¿Vacaciones?
¿A cuántos les doy envidia eh? ¿A cuántos? Buuu... No quiero ni pensar. El clima no ayuda nadita. La lluvia me deprime y me asusta.
En fin. Ésta, no ha sido una buena tarde.
Y sí, odio la tarea.
Saludos y felices tareas a todos
martes, 26 de junio de 2007
Ejercicio
La luz que entra en la habitación a través de la ventana, intensifica sus tonos de azul. El olor a humedad me recuerda la lluvia de la que huía hace un momento. Entrar en esta habitación, es como acceder a un refugio. Todo se encuentra dispuesto y limpio: la cama extendida con sus dos almohadas, las telas colgadas en sus percheros. El orden me tranquiliza, me hace pensar en la calma que anhelo. Esta habitación, ahora modesta y sencilla, alguna vez se vio de otro modo. El piso probablemente fue verde como los pastizales del pueblo de mi abuela, donde aprendió a amar los colores y me enseñó a amarlos. Sus paredes quizá fueron de otro color, y reflejaron luces distintas. Sin embargo, por ahora es mía. Mía para recordar a la niña que algún día fuí. Mía para plantearme a la mujer que quiero ser. Mía para adentrarme en sus colores, sus formas y sus cosas. Oler sus paredes, irradiarme en sus luces. Para que, cuando me aleje, su efecto sea mío. Así mi hija conocerá ese verde que olía a pasto y el azul que cambió mi vida.
miércoles, 13 de junio de 2007
El juego
Estas son ocho cosas de mí:
1.- Adoro las fresas con crema. Me encantan las fresas en cualquier tipo de postre.
2.- Las preguntas infantiles siempre me han intrigado. La forma en que están conectadas a lo inmediato y cotidiano no deja de fascinarme. Estoy disfrutando enormemente las preguntas de mis hijos. Confieso que, a veces, no se como contestarlas.
3.- Uno de mis placeres culposos es la película "Dirty Dancing". Patrick Swayze es un bombón.
4.- Detesto a la gente estúpida que se piensa inteligente.
5.- De niña y adolescente, quise ser actriz. Leí todo el teatro que pude. La oposición de mis papas me convenció que lo mejor para mí era no perseguir esa afición. Me arrepiento por haber claudicado mi sueño tan fácilmente en pos de lo que los demás esperaban de mí. No volveré a permitirlo.
6.- Éste es el momento de mi vida en que me he sentido más plena y más en contacto conmigo misma.
7.- Me choca el horario de verano. Lo padezco todos los meses que dura.
8.- Me gusta que me abracen y me besen. Por fin puedo aceptarlo.
Así que después de estas 8 confesiones, incluyo en este juego-meme a: Cristina cosmonauta y Anaví (la calandría) para que nos expongan 8 cosas acerca de sí mismas.
A los demás les digo que ha sido sorprendente encontrar tantas coincidencias en sus listas.
domingo, 10 de junio de 2007
Pelón
9 de junio 2007. Gerardo cumplió seis años. Ya es un niño grande. No puedo dejar de pensar en lo distinta que era mi vida hace seis años. En el hospital, esperando que me bajara la leche, sintiéndome profundamente sola y extrañando como loca a Paulina.
Sobre todo pregúntadome: ¿Podré ser mamá de dos? ¿No se habrá equivocado Dios, el destino o quien sea que puso estos dos niños en mi camino? ¿Cómo voy a querer a este bebé de la misma manera que quiero a la primera?
La noche del 9 de junio de hace seis años, todavía no conocía a Gerardo. El reglamento del hospital impedía que los bebes salieran del cunero durante las primeras 24 horas de vida. Al yo tener la panza toda rajada, no podía caminar para conocer a mi chiquito. La familia y amigos me informó que era igualito a su padre, medio güerejo y cabezón. Esa noche cuando me debatía con todas esas emociones, recuerdo haber dormido muy poco.
Al día siguiente lo trajeron. Lo desenvolví todo, le quité el pañal y procedió a orinarme toda la cara. Mi primer encuentro con mi hijo, adolorida, cansada y orinada, terminó en que me hice bolas y ni siquiera supe como volver a hacerlo taquito.
Las cosas son muy distintas a como las imaginé hace seis años. Mi temor de no poder quererlo, se desvaneció en cuanto lo ví y me enamoré de su cabeza redonda y sin pelo. Su papá le dijo pelón desde entonces, y así le decimos todavía.
Ha crecido y yo crecí junto a él. Nos hicimos grandes los dos. No puedo imaginar ni mi familia ni mi vida sin él.
Espero que en su caso, mi teóría de que a los seis años los niños maduran sea cierta. Aunque no lo sea, estoy acostumbrada a que las circunstancias y mis hijos tiren todas mis teorías.
Felices 33 para tí también Miguelón. ¡Qué bonito día del año cumples!
jueves, 10 de mayo de 2007
10 de mayo
Hoy estuvo toda la familia junta. Los niños jugaron bonito y no se pelearon ni una sóla vez. Ese fue el mejor de los regalos.
Fue una tarde intensa, emocional. Se habló de cosas que nunca se habían hablado. Juntos. Como adultos. Ese fue, también, un gran regalo.
Mi mamá, como siempre, el pegamento que nos une a todos.
Además de trabajar todo el día, se las arregló para hacer una sopa riquísima y poner una mesa preciosa. Así es mi mamá.
miércoles, 9 de mayo de 2007
Mamá y los dulces
Mamichi
Antes que nada, felicidades a mi mamichi.
La mujer que más admiro y con la que tengo la dicha de poder compartir mi vida.
Jechu, eres mi veleta. Gracias por ser mi mamá. Y sobretodo, por enseñarme a ser mamá. La verdad es que no sé cómo le hacías, tanto trabajo y dos chamacos peleoneros. ¡Yo a veces desfallezco sólo con los chamacos!
Y aunque te choque este día, te mando un beso que luego te daré en persona.
Te quiere mucho, tu negra adorada.
Sobre los dulces
¡Siiiii! Soy un dulce muy especial. Lo cierto es que parece que tengo cara de caramelo o de nucita o de huevo kinder o de chicle bubaloo...cuando menos para mis hijos, que todo el tiempo me piden esas cosas. La casita de la foto venía llena de carámelos de menta y una hora después estaba igual de vacía como se ve. ¿Caramelos de menta? Yo no los comía ni por equivocación... pero ellos consumen cualquier cosa que tenga azúcar. Y como no los dejo comer muchos, pues se enojan y reclaman. Gerardo dice que nunca lo dejo hacer nada y Paulina refunfuña que ella le dejará comer a sus hijos todo lo que quieran. El otro día que desenvolvía un dulce a escondidas me preguntó si nunca descanso... No, mi Pau. Nunca descanso.
-¡Mafalda, apagá esa luz de una vez, que son las doce y pico!
-'Ta' bien. ¡Horas extras! ¡Además de ser la madre de una todo el día, encima hace horas extras!
Hace 9 años festejé mi primer día de la madre con Pau en mi panza. Hasta ese día, los 10 de mayo me parecían un horror. He de confesar que me he integrado a la cursilería colectiva y hasta la disfruto, ahora soy una dulce madrecita.
Hablando de Dulces Madres... ¿será que los hice adictos al azúcar por comer como troglodita cuándo estaba embarazada? ¡No lo sé! ¡Ayuda! ¡Necesito respuestas!.
- Pero ¿qué hacés Guille? Vas a despertar a mamá.
-¿Celoso porque vos no la conocés desde que naciste y yo si?
El pelón no se llama Guille. Pero hace lo mismo que el hermanito de Mafalda. Se mete en mi cama como gusanito y me dice que mi cama es el lugar más rico y calentito del mundo. Dice que soy "hermozza". Y yo le doy las gracias muy mona. No quiero convertirme en un futuro en otro tipo de mamá... la Mami Suegri. ¡No! ¡Horror! ¡Cruz, cruz!. Y aunque no niego que me halaga que mi chiquito piense que soy hermosa, siempre le digo que él crecerá y se irá, no importa si soy hermosa o no. ¡Bendito Edipo! Reconocerlo, difícil. No caer en la trampa, a veces más.